Todos sabemos que para salir con nuestra moto debemos protegernos. Casco, cazadora, guantes, botas y una larga lista de complementos nos acompañan regularmente. Seguridad activa, seguridad pasiva… ¿Dónde incluirías un amuleto de otro motero?. Quizás en una nueva categoría que podríamos llamar…¿seguridad espiritual? Sea como fuere, queremos traeros el origen de este curioso talismán que puede verse colgando en algunas motos (en su gran mayoría de estilo “custom”).
Aunque el paso del tiempo acaba distorsionando la historia original, todas hacen referencia a tres características principales: los duendes (Gremlins, espíritus o demonios), la campana y sobre todo… el compañerismo motero.
Cuenta la leyenda…
…que, hace muchos años, en una noche fría de diciembre, un solitario motero volvía a casa después de un largo viaje recogiendo juguetes para los niños y niñas del orfanato donde trabajaba.
De pronto, sin previo aviso, al tomar una curva el motero sufrió un accidente que lo dejó malherido a varios metros de su moto. No fue mala suerte ni casualidad, al otro lado de la curva los “duendes del camino” lo estaban esperando colocando sus trampas sobre el asfalto.
Estos “duendes” malignos de la carretera tienen como principal propósito atacar a los moteros/as que las transitan. Se dedican a dejar obstáculos en el camino: trozos de neumático, clavos, restos de gasolina, ramas, hojas, etc. Son los principales culpables de la mayoría de los accidentes.
Pero, en fin, sigamos con la historia… Nuestro querido motero de barba gris yacía en el suelo rodeado por un grupo de estos “duendes” malignos. Incapaz de moverse, los duendes se fueron acercando hacia él, cada vez más y más.
Entonces, inmovilizado en el arcén se dió cuenta de que una de sus alforjas, llena de juguetes, se había arrancado de su moto en el accidente y estaba a su lado. Estiró su brazo y comenzó a lanzar los objetos que traía en sus alforjas a los “duendes” que seguían acercándose. Finalmente, se quedó sin nada que lanzar, únicamente encontró una pequeña campana que comenzó a hacerla sonar, con la esperanza de asustar a los pequeños y malvados “duendes”.
Para su sorpresa, al escuchar el sonido de la campanilla, los “duendes” se detuvieron. Al darse cuenta, el motero siguió tocando la campanilla con todas sus fuerzas.
Por suerte y casualidad, dos moteros que habían acampado no muy lejos de allí, escucharon con sorpresa el tintineo y decidieron acercarse al lugar.
Allí, encontraron al solitario motero al borde de la carretera, con los “duendes” demasiado cerca. Sin pensarlo un instante, la pareja procedió a disuadir a los “duendes” hasta que el último se escurrió en la noche.
Como símbolo de agradecimiento, el solitario motero cortó dos pedazos de cuero de sus alforjas y ató una campanilla a cada uno. Enseguida las colocó en cada una de las motos, tan cerca de la carretera como le fue posible. Así, espantarían a los “duendes” del camino, como él había hecho y, en caso de ser atacados, podrían pedir ayuda a algún compañero/a de ruta haciéndola sonar.
Así nació la campana guardián, convirtiéndose en un amuleto en el mundo de los moteros/as. O al menos, eso es lo que cuenta la leyenda. Dicen, que su eficacia aumenta al ser regalada por otro compañero/a de ruta.
Ahora ya, cuando veas a un motero/a con una campana en su moto, sabrás que otro compañero/a de ruta le ha ofrecido lo más importante; “La protección para poder disfrutar de cada kilómetro con seguridad”.
Desde que comenzamos nuestra vida en las dos ruedas y gracias a nuestro amigo Kike (Little Red Devil), una campanilla guardián nos acompaña, pasando de moto a moto. Será porque creemos en ella, será porque hemos tenido suerte, será… sea como sea, a día de hoy, esas criaturas del asfalto no han conseguido derribarnos.
Si como nosotros, tienes la suerte de que te regalan este amuleto protector y crees en su poder, colócalo lo más cerca posible de la carretera. Esperamos que te proteja tanto como a nosotros y puedas disfrutar de cada kilómetro.
¡NOS VEMOS EN LA CARRETERA!
17 respuestas
Que leyenda más guapa. Con lo que me he llegado a encontrar mi moto necesitaría un cencerro, tapacubos dentro el túnel belate, canalón de hormigonera cayendo delante mío cerca de Plan , una bici que se suelta del remolque y cae a la autovia…
Nos alegra enseñarte la leyenda si no la conocías. Es algo que no todo el mundo conoce, pero crea esa “hermandad” que existe en el mundo motero.
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Qué historia más guapa, no la conocía. Ni qué decir tiene que nadie me la ha regalado jajaja
Ahora que ya la conoces, siempre es buen momento para comenzar la tradición en tu grupo.
No pesa, no rompe la aerodinámica, y lleva la amistad y la ilusión de quién la da. Y ésto último tampoco lastra….
Eso último es lo que la hace aún más especial. La llevamos orgullosos. De nuevo, gracias!!
Tengo que colocarla además quien me la regaló fue un cura y está bendecida
Pues esa lo tiene todo… Ya estás tardando jejeje
Y te llamas Fermín
Yo también la llevo
qué no se pierdan las buenas costumbres.
Cada vez que leo la fábula me pone la piel de gallina.
Disfruto de la mia, que tambien pasara de Bambú a la siguiente conmigo.
Ya nos conoces, nosotros creemos en esa campanilla, por eso te la ofrecimos. Protección y cariño te acompañan en cada ruta.