El verano suele ser la temporada disponible para llevar a cabo ese gran viaje. Un verano en moto siempre apetece pero…
Aunque pueda parecer la época más placentera para disfrutar de nuestra moto, conviene tener en cuenta varios aspectos para que las elevadas temperaturas no repercutan en nuestro disfrute.
¿Viajar en verano? Sí, claro. Pero prepara tu equipación, tus neumáticos y tu cuerpo.
Empezaremos por la equipación…
EQUIPACIÓN DE VERANO
Chaqueta y pantalón
Ya hemos hablado de ellas en alguna otra ocasión, ver entrada de blog. Seguro que conoces las chaquetas y pantalones ventilados, con perforaciones que hacen que pase el aire y la sensación sea más agradable.
Aunque cuentan con rejilla en algunas zonas para asegurar el paso del aire, si elegimos una equipación de calidad puede llegar a tener un gran nivel de seguridad.
Podemos encontrar protecciones de espalda, codos, hombros, rodillas y caderas de nivel 2 con cordura reforzada en zonas de impacto.
A partir de cierta temperatura todo da calor, pero con este tipo de trajes se sobrelleva mejor mientras estemos rodando y, por supuesto, iremos protegidos.
Forro cortaviento
Aunque viajemos en verano, las temperaturas pueden oscilar, llegando incluso a ser muy cambiantes si transitamos por zonas de alta montaña. Si tus objetivos son los Pirineos o los Alpes, prepárate para sentir temperaturas con 15 grados, o incluso más, de diferencia en la misma media hora. Esos cambios no son agradables, pero si vas preparado, la cosa cambia.
Hoy en día, mucha de la equipación considerada de verano, viene preparada con un forro interior, para estos cambios de temperatura y lluvia.
Y, si tu equipación no cuenta con ese forro extra para soportar un descenso de temperatura o una buena tormenta…Un chubasquero siempre es una buena elección.
Chubasquero y otro par de guantes
Cuando hay una tormenta en verano, suele ser de las que recuerdas. De esas que parece que se va a caer el cielo, el asfalto se vuelve mar y tu moto se convierte en una lancha motora. ¡Adrenalina y aventura sobre ruedas!, la experiencia puede resultar bastante entretenida. Pero si no vas bien equipado, la aventura puede convertirse en sufrimiento.
De ahí la importancia de llevar siempre un chubasquero y otro par de guantes. Escribiendo desde nuestra propia experiencia, aunque tu traje de cordura lleve un forro térmico y goretex o cualquier otra membrana impermeable, el chubasquero viene muy bien. Viene bien por dos razones principalmente:
1º) Puede ayudarte contra las bajas temperaturas en un momento dado. Recuerda que si viajas con traje de verano, notarás esa baja temperatura relativamente pronto, las perforaciones cumplen su función. Y es entonces cuando el chubasquero será tu mejor aliado contra el viento y frío.
2º) Si la tormenta es de las buenas y durante mucho tiempo, mejor ponerse el chubasquero y evitar que la cordura se moje. Sí, tu cuerpo no se mojará con los forros repelentes de agua que llevas en tu gran traje, pero la cordura de verano sí. Algunos trajes de invierno (laminados), llevan en su exterior esa capa impermeable, haciendo que el uso de chubasquero no sea necesario. Pero la cordura de verano no lleva esa capa por fuera porque si no, no sería perforada y perdería el objetivo de ser de verano.
¡Y otro par de guantes! Lo suyo es llevar unos guantes perforados de verano y otros con goretex o similar para cuando el cielo se ponga feo. Las manos llevan el timón de tu máquina, no lo olvides cuando hagas la maleta.
Guantes
Infinidad de veces nos encontramos con moteros y moteras que nos saludan en la carretera. Y, al observar sus manos, nos percatamos de que no llevan guantes.
Nos resulta sorprendente, la verdad.
Actualmente, existen guantes de verano con un alto nivel de protección y de tejidos diferentes para buscar su máxima comodidad: cuero, neopreno… y siempre con protecciones en nudillos.
Al menos nosotros, somos de los que no sabemos ir sin guantes en la moto. La protección es primordial, así que…Es cuestión de buscar la alternativa que más nos encaje y adquirirla, hoy en día está casi todo inventado. En nuestra opinión, ir sin protecciones no es una opción para viajar en moto.
Botas
Uno de los puntos que se descuidan por culpa del calor, la protección en pies y tobillos.
Las botas altas dan calor y suele optarse, en el mejor de los casos, por botines de moto. Pero estos, están concebidos para un uso más urbano que viajero.
Por ello, recomendamos el uso de botas de media caña “perforadas”. Sí, efectivamente, en las botas también podemos encontrar modelos “veraniegos”, que nos brindan una buena protección de seguridad e incluso pueden contar con membrana goretex o similar para el agua.
Chalecos refrigerantes
Nosotros, a día de hoy, no los hemos utilizado, pero nos pica mucho la curiosidad. El motivo de no tenerlos es porque siempre vamos equipados con el chaleco airbag Helite. Y, hasta donde sabemos, los chalecos refrigerantes necesitan el tránsito del aire para enfriar el agua que llevan y así bajar nuestra temperatura. En nuestro caso, ese tránsito de aire no se daría del todo.
Y así vamos pasando los kilómetros y los viajes, sin los chalecos refrigerantes pero con otros métodos. Hasta ahora, optamos por mojar directamente las chaquetas. Cualquier manguera o botella de agua nos viene bien. Importante, buscamos siempre agua limpia. Gracias a esto, nos mantenemos fresquitos varios kilómetros.
Quienes han probado los chalecos refrigerantes, dicen que funcionan, que disminuyen hasta 15 grados la temperatura. Claro está, si no llevamos traje perforado o nuestra moto nos protege tanto que no nos da el aire, difícilmente van a realizar su función de disminuir la sensación térmica.
Hay que tener en cuenta también, que debemos estar muy seguros de la temperatura a la que vamos a rodar con él puesto. Si nos lo ponemos a 38 grados para viajar fresquitos, pero tenemos pensado subir a una cumbre de 1.800 metros donde estaremos a 18 grados, arriba nos vamos a arrepentir del chaleco.
¿Y TUS NEUMÁTICOS?
El verano es la época más exigente para los neumáticos de tu moto. Con el calor, las gomas se gastan más y más rápido, haciendo que el agarre y la durabilidad disminuyan.
Además, en los grandes viajes de verano, llevamos más equipaje y peso de lo habitual. Esto conlleva a que tus neumáticos se desgasten antes de lo que suelen hacerlo.
La durabilidad del neumático con altas temperaturas puede reducirse hasta un 15%, aunque también depende de la calidad de la goma, el tipo de asfalto y los hábitos de conducción.
Los neumáticos interfieren en nuestra frenada y trazada, son nuestro punto de agarre, minimizando el riesgo de accidentes. Para no quedarnos sin neumático, es importante tenerlos en cuenta en la previsión de nuestro viaje. Calcula los kilómetros de vida útil de tus neumáticos pensando en ese mayor desgaste por las altas temperaturas.
Recuerda, el calor afecta al rendimiento de tu moto, pero sobre todo a los neumáticos.
CUIDA TU CUERPO
Hidrátate
Y por supuesto, y quizás lo más importante…¡cuida tu hidratación!. Beber, beber y beber mucha agua.
Sin darnos cuenta, sentados en nuestra moto, sudamos más de lo que creemos y perdemos mucho líquido y sales. Llegado este punto seremos más propensos a sufrir una deshidratación y con ello perder reflejos y concentración. Si va más allá, sufriremos un golpe de calor y mareos.
Es importantísimo que siempre que vayas en moto, lleves agua. Y, en verano, no es que sea importantísimo, es que puede llegar a ser vital.
Da igual si la ruta es larga o corta, nunca sabes qué imprevistos vendrán…
Estar continuamente hidratado es la única forma que tiene nuestro cuerpo de poder combatir las altas temperaturas.
Evita las horas de calor
¡Cuida tu cuerpo! El calor excesivo agota. No hay prisa en llegar, estás de vacaciones…Si tu cuerpo te pide descansar, descansa. Haz tantas paradas como sean necesarias.
Sabemos de lo que hablamos. En nuestro viaje a Rumanía, llegando a Brasov, Fer sufrió un golpe de calor. Estábamos inmersos en un atasco, a punto de llegar a nuestro hotel. Aunque el cuerpo estaba pidiendo parar, el ansia de llegar cuanto antes nos llevó a no hacerlo. Malísima elección… Tuvimos que parar de manera forzosa, la experiencia no fue nada agradable.
De esta lección de vida nos quedó muy claro que nuestro cuerpo marca los ritmos.
Evita tiradas largas y, si no queda más remedio… Rueda a primera hora de la mañana o incluso por la noche. A partir del mediodía, es mejor dejar la moto aparcada. Cuando planifiques tu viaje de verano, tenlo en cuenta.
Esperamos que estos consejos prácticos puedan ayudarte a mejorar tus viajes de verano en moto. Y, si ya tenías en cuenta todas estas recomendaciones, contribuyan a recordarlas.
Sea como fuera, cuídate y cuida tu moto. ¡Prepárate para disfrutar de tus viajes de verano sobre ruedas!
¡Nos vemos en la carretera!