“¿Me inclino al lado contrario en las curvas?”, “¿dónde me agarro?”, “¿y si me muevo?”, “¿cómo me subo a la moto?”… Si sientes inseguridad cuando te subes a la parte trasera de tu moto, puede que este artículo sea de tu interés.
Voy a intentar transmitirte mi experiencia, como paquete, permitiéndome el lujo de ofrecerte algunos consejos.
Desde que las motos llegaron a la familia, los kilómetros sobre ruedas han sido compartidos. Viajes por España, Portugal, Alemania, Italia, República Checa, Hungría, Eslovenia, Francia, Rumanía…Estas máquinas son mi pasión.
Y, aunque he sentido y disfrutado de llevar mi propia moto, he crecido como motera en la parte trasera. Por el momento, es la posición que elijo. Si quieres saber por qué, ponte en contacto, este artículo no va sobre mi trayectoria con las dos ruedas.
Vamos allá con aquellos consejos prácticos que harán posible que disfrutes y quizás, te obsesiones tanto como yo con este mundo.
LA POSICIÓN

Aunque no llevemos los mandos de la máquina, nuestra actuación influye. En una moto, cualquier cambio de peso, movimiento o nervios de más, se notan.
Una conducción combinada, donde ambas personas se complementen, aumenta las garantías de una buena trazada. Y, como resultado, una conducción más segura.
Misma mirada, mismo cambio de peso, inclinación similar, hacia el mismo lado que la inclinación de quien lleva los mandos de la moto.
Además, si quieres aumentar el control sobre la moto, junta tu cuerpo, disminuye la distancia, que tus piernas se junten al piloto. Si, además, ejerces cierta fuerza hacia abajo con la pierna contraria a la curva, aumentará la adherencia y tracción en la rueda trasera, mejorando el paso por curva.
LA CONDUCCIÓN
Conducir en pareja no es lo mismo que conducir en solitario. Es importante reducir al máximo las aceleraciones y las frenadas para evitar riesgos. Y, tener en cuenta que el acompañante quedará más expuesto al aire si nos agachamos.
El mayor riesgo aparece en las curvas, cuando el paquete siente miedo o tiene poca experiencia, suele contrarrestar la inclinación de la moto en las curvas desplazando el cuerpo hacia el otro lado. Por lo que, el conductor, deberá prever este movimiento actuando con antelación y realizando, si es necesario, mayor contramanillar.
Si sabes que tiene miedo y quieres que vuelva, no demuestres tu valía como piloto de MotoGP, no es el momento. Una ruta tranquila, con buen tiempo, conducción suave, será lo mejor para empezar. Es recomendable que tu conducción aporte confort y seguridad.
¿DÓNDE ME AGARRO?

Lo más adecuado es sentarnos lo más cerca posible de quien está delante, con los pies en las estriberas. Lo mejor es agarrarnos a su cintura o a las asas rígidas laterales. No debemos apoyarnos en los hombros o brazos de quien maneja los mandos de la moto ya que puede interferir en su movilidad, y en su conducción.
En los momentos de aceleración y frenadas, nuestro cuerpo se inclinará hacia adelante y podemos desestabilizar el peso o incluso chocar ambos cascos si no estamos bien agarrados.
Tampoco es aconsejable agarrar con intensidad, pues acabaremos con los brazos, cuello y espalda destrozados. Es aconsejable ir combinando nuestra sujeción de la parte superior del cuerpo con la sujeción provocada con nuestras rodillas, apretándolas hacia la moto.
NERVIOS FUERA, CONFÍA

Relájate, quien va a los mandos va a hacerlo lo mejor que pueda. Y, si ya estás ahí, en la posición trasera, es porque sabes que lo va a hacer bien. Confía y el movimiento irá sobre ruedas.
Los nervios nunca son los mejores aliados. Si tu cuerpo va hacia el lado contrario, quien lleva la moto, lo notará. El paso por curva se hará más complicado y el disfrute no será el esperado.
ANTES DE PONERNOS EN MARCHA
Siempre es importante el antes, un buen mantenimiento contribuye a evitar accidentes. El estado de los neumáticos, el líquido de frenos…
Pero además, cuando vamos dos, hay que prestar especial atención a los reglajes. El aumento de peso hace que tengamos que aumentar la presión del neumático trasero, cambiar la amortiguación y revisar la posición de las luces. Y sobre todo, es importante tener en cuenta, que la rueda delantera tendrá menor adherencia, por el aumento de peso hacia atrás
SUBIR Y BAJAR DE LA MOTO
Las motos en parado tienen su aquel… Y, subirse y bajarse de ellas puede ser toda una aventura.
“¿Por qué lado me subo?” Mi consejo es por el izquierdo. Colocamos la mano izquierda sobre el hombro izquierdo del conductor. Apoyamos el pie izquierdo sobre la estribera izquierda, nos impulsamos hacia arriba y elevamos la pierna derecha hasta la estribera derecha. Cuidado si la moto tiene maleta trasera, con tu pierna derecha tendrás que sortearla.
Muy importante, cuando te subas y bajes, procura no variar el punto de equilibrio de la moto para no desestabilizar el conjunto.
Para bajarte, haremos el mismo movimiento a la inversa. Avisamos al conductor (yo suelo dar tres golpecitos en el hombro), nos colocamos de pie sobre las estriberas y pasamos la pierna derecha hacia el lado izquierdo, sorteando la maleta de nuevo. Primero apoyaremos el pie derecho en el asfalto y bajamos nuestro pie izquierdo de la estribera izquierda.
Aunque la moto sea baja, si no lo hacemos así, podremos desestabilizar la máquina y provocar una caída. Recuerda ponerte de pie sobre las estriberas, no es nada recomendable subir y bajar doblando la pierna por encima del asiento.
Y antes de subirte y bajarte, asegúrate de que quien lleva los mandos está en buena posición, sujetando el manillar con ambas manos y con la maneta de freno accionada.
COMUNICACIÓN

La comunicación entre ambos es importantísima. Según la nueva normativa vigente, está permitida la utilización de dispositivos inalámbricos certificados u homologados con fines de comunicación o navegación, siempre que no afecten a la seguridad en la conducción.
Si, por el contrario, no se dispone de alguno de estos dispositivos, lo ideal es establecer un código de señales para comunicarse. Nuestros códigos internos (antes de usar intercomunicadores) eran:
– Toques en la pierna: aminorar velocidad.
– Tres golpecitos en el hombro: aviso de que voy a bajarme. Este gesto debe ser correspondido con un asentimiento de cabeza por parte del piloto.
– Dos golpecitos en la espalda: aviso de que necesito parar.
– Toque en la pierna y señalar con el índice: aviso de que ahí pasa algo.
¿ME CUBRE EL SEGURO?
Contratar un seguro de motos es obligatorio y todos incluyen la garantía de Responsabilidad Civil Obligatoria. Es decir, que nos ampara cuando somos culpables de un accidente de circulación y causamos daños a terceros. El seguro de moto cubre al pasajero, por ser considerado un tercero. Pero no en todos los casos, la moto debe estar homologada para dos ocupantes.
Para saber si podemos llevar a otro ocupante debemos fijarnos en la información que encontraremos en el Permiso de Circulación. Concretamente, en el apartado S.1, debiendo aparecer un 2 si está homologada para dos ocupantes.
Hay que tener en cuenta que, el seguro “a terceros” no cubre las lesiones del conductor, ni los daños que sufra la moto, si es responsable de un siniestro. Si queremos ir totalmente protegidos ante cualquier imprevisto, es importante incluir la cobertura de accidentes del conductor.
SIÉNTELA COMO TÚ QUIERAS

Hay quien opina de más, quien cree que solo hay una manera de sentir…No hagas caso. Si disfrutas de las dos ruedas sobre la posición trasera, bienvenido o bienvenida a mi club.
La moto, tal y como yo la conozco, es mi máximo disfrute, mi evasión, mi terapia, mi adrenalina…En mi mundo, además, la moto va asociada a complicidad, conexión, confianza… Para mí, compartir trazada, mirada y postura, aumentan las emociones y hace que ir en moto sea mucho más. Respeto las diferentes perspectivas; “que si la moto es para ir uno solo”, “mejor cada uno en su moto”, “cuando pruebes a conducirla no volverás de paquete”, “no puedes sentir lo que siente quien conduce” y un largo etcétera. Respeto, pero no comparto. Que cada cual elija cómo disfruta su tiempo, nosotros ya lo hemos hecho.
Hazte un favor y, cuando sientas que alguien menosprecia tus kilómetros simplemente por estar en la posición trasera, sonríe y pa’ lante. Los momentos vividos son tuyos, los eliges tú.
No te fuerces a hacer algo que no quieres. Si, por el momento, no quieres sacarte el carnet, no lo hagas. Si disfrutáis de una conducción compartida, seguid haciéndolo, ¿qué hay de malo?. La moto es ocio, diversión, elección… elige para ti, no para contentar a nadie.
Confío en que, si has llegado hasta estas líneas, las dos ruedas te interesan. O quizás te ha interesado este artículo, o una combinación de ambas. Sea por lo que sea, aquí estás. Gracias por tu tiempo en esta lectura.
Adelante, atrás…siente las dos ruedas desde donde tú quieras.
¡Nos vemos en la carretera!