Las baterías de nuestras motos suelen ser uno de los elementos olvidados a la hora de realizar el mantenimiento. Estamos acostumbrados a revisar el desgaste y presión de los neumáticos, las pastillas de freno, tensar y engrasar el kit de arrastre, etc… Pero la batería, componente eléctrico que hará que nuestra moto arranque, es también un elemento fundamental en el mantenimiento y cuidado de nuestra moto.
Sobre todo en invierno, debemos prestarle especial atención. Las bajas temperaturas y las baterías no se llevan demasiado bien, y si a eso le sumamos una posible menor actividad de la moto, la batería puede sufrir mayores daños durante estos meses.
Unos breves y prácticos consejos pueden ayudar a cuidar este elemento y tener la moto siempre preparada y lista.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es que la vida útil media de una bateria es de unos 4 años aproximadamente. Si bien pueden durar algo más, es probable que incluso se reduzca si no realizamos un cuidado adecuado de esta.
Lo ideal, sería utilizar la moto de manera habitual o al menos, cada fin de semana para evitar así que se descargue completamente.
Pero esto no siempre es posible, y menos en la época del año con las temperaturas más bajas y mayores posibilidades de lluvia.
Muchos moteros optan por desconectar los bornes cuando saben que no van a utilizar la moto durante un tiempo prolongado. Las baterías suelen colocarse en lugares”accesibles” para su sustitución y los cables se pueden soltar con un simple destornillador, de modo que no debería ser una tarea demasiado complicada.
A la hora de volver a colocarla y apretar el tornillo que sujeta los cables, debemos de asegurarnos de colocar bien la tuerca de sujección, y realizar fuerza suficiente para evitar que pueda soltarse con las vibraciones.
El objetivo de desconectar los cables es evitar la sulfatación. Cuando pasa mucho tiempo sin funcionar, a parte de perder la carga eléctrica, los ácidos del líquido de la batería reaccionan entre sí y causan desperfectos.
En ocasiones, puede verse una “cascarilla” blanca alrededor de los bornes. Significado del comienzo de este proceso que comentamos.
También sería aconsejable comprobar periódicamente el nivel de voltaje. Con un simple voltímetro, si vemos que se encuentra por debajo de 12,3V, deberíamos cargarla loo antes posible.
En el caso de contar con un garaje privado, la mejor opción sería dejar conectado un cargador de batería en su modo de mantenimiento. Cuando el cargador/mantenedor detecte que ha disminuido el voltaje, realizará una carga de mantenimiento. De esta manera, no tendrás ningún problema cuando quieras volver a utilizar la moto.
Si no es tu caso, y a pesar de los consejos anteirores te has despistado y tu batería “ha muerto”, siempre puedes desmontarla y una vez en tu casa, utilizar el cargador para devolverle la energía.
Ejemplo de cargador/mantenedor
¡OJO!, no confundir un cargador/mantenedor con un arrancador. Este último, se utiliza a modo de emergencia, para arrancar la moto cuando nos hemos quedado tirados. Pero NO realiza una carga, una vez arrancada la moto deberemos conducir unos kilóemtros para devolverele la carga adecuada.
Ejemplo de arrancador.
Si cambiamos ciertos hábitos, controlamos el voltaje, hacemos revisiones periódicas y procuramos poner en marcha la moto siempre que podamos, nos evitaremos sorpresas.
Si se cuida bien una batería, podemos alargar su vida aproximadamente 2 años más, y también reduciremos sensiblemente la posibilidad de quedarnos tirados.
Como hemos dicho anteriormente, la mejor manera de mantenerla es utilizar la moto de manera habitual, ¡también en invierno!
Así que os animamos, con la ropa correcta y adecuando la conducción como en los consejos del post “Viajar en moto en invierno“, a seguir disfrutando de esta época del año que puede dejarte momentos y paisajes inolvidables.
